¿Qué es real hoy en día? La perfección se fabrica y la imperfección se borra:
la ilusión y el desplazamiento se han convertido en las coordenadas.
A la hora de definir un mundo real alterado, la colección LOEWE transmite que nada es lo
que parece por medio de flashes retroiluminados que alumbran tal suposición. El director
creativo Jonathan Anderson elabora una visión directa, concisa, depurada hasta el extremo
y libre de connotaciones temporales, trasladándonos a un vacío temporal propio donde los
signos inmediatos y las referencias visibles no tienen importancia.
El cuerpo es el punto de llegada y partida: el desnudo se reproduce a una escala reducida
sobre las piezas trompe l´oeil; la naturaleza primordial de la ropa interior y las capas base
se presenta como una identidad externa al ser. Una nueva silueta encogida y congelada
se sienta junto al torso y las piernas. Los aros y los alambres enmarcan un movimiento
incompleto, como si el cuerpo se hubiera congelado en plena acción. Los vestidos
desprovistos de sentido sobresalen de las colas, erigiéndose al frente para enredar al
cuerpo. Los LEDs y las luces iluminan los abrigos, la línea de la cadera, los laterales de
los pantalones y los perfiles de los zapatos, como un brillo proveniente del cuerpo que
se proyecta hacia fuera.
Los arquetipos del vestuario masculino se presentan bajo una luz distorsionada: el abrigo,
la chaqueta vaquera, el mackintosh, el jersey de mohair, pieles lanudas, boxers y slips. El
desplazamiento traslada las cosas a otra dimensión: los agujeros contienen el vacío en la
superficie de abrigos y bolsos. Una mano agarra una concha retroiluminada al azar. Los
abrigos de piel lubricada exponen una transparencia provocativa. Los slips de aire kitsch
asoman bajo los tops. Los forros de lana shearling potencian el movimiento hacia delante
en los abrigos.
Entre los bolsos destacan los espaciosos totes, el Cubi en piel de napa con agujeros y un
Amazona alto y rectangular. El clutch Flamenco se presenta decorado con conchas y
reinterpretado como un par de suaves botas. Los LEDs iluminan las botas de goma. Las
cerezas se convierten en un ornamento pulido sobre los loafers de punta cuadrada.
Una realidad alternativa se dibuja retroiluminada en la imperfección alterada. La colección
define un nuevo inicio, situando al cuerpo en primer lugar para poder especular en torno
suyo.
¿Qué es real hoy en día? La colección se presenta en el marco de ‘Flags, Paris 2022’, una instalación específica concebida por los artistas Joe McShea y Edgar Mosa: ochenta y siete banderas sin rostro de 2,5×3,5 m, compuestas por casi 4.000 cintas cortadas individualmente, montadas en astas de aluminio de 6,5 m de longitud y que reaccionan al movimiento de las modelos y del público.
Las banderas están desprovistas de significado, actuando como una llamada a la reflexión.
Están hechas de trece colores elegidos para representar todo el espectro visible,
dispuestos aleatoriamente para que cada bandera sea única.
#LOEWE22