Por fortuna vamos poco a poco volviendo a un normalidad hostelera. Sí que es verdad que el nuevo levantamiento de medidas es muy pobre, y sólo han sido permitidas en aquellos locales que entre sus licencias administrativas tenga al día sus tasas de terrazas pagadas. Es verdad que en la primera desescalada, el Ayuntamiento permitió que ésta se ampliara un poco, pues las mesas se limitaban a un 50% del aforo.
Así hemos ido yendo hasta que el pasado mes de enero, se declaró el confinamiento a partir de las 18 horas, y 15 días después se decretó el cierre total de la hostelería, cuando el propio Ximo Puig había reconocido que la hostelería no era el problema, y como ya comentamos en un artículo anterior, las medidas habían sido obligadas por sus socios de gobierno.
Ahora, con estas nuevas medidas, no nos queda más remedio que agachar la cabeza y aceptar la situación, y por supuesto las nuevas medidas.
¿Cuándo cambiaran y la hostelería volverá en pleno abrir, e intentar volver a una nueva normalidad, la cual sin duda, sanearía las cuentas de este sector tan importante para la ciudad, y por supuesto para el turismo?.
En Valencia las terrazas han sido la mar de demandadas, pues la bonanza de nuestro clima a lo largo del año, siempre nos ha permitido disfrutarlas todo el día.
Hay locales que las han aceptado con efusividad y alegría, pues ya formaban parte de la estructura del establecimiento, pero ¿qué hacemos con aquellos a los que les es imposible habilitarlas en el propio local?. De momento solo les queda esperar a que la Generalitat les permita abrir, e intentar volver a la normalidad.
Nuestra terrazas se han acicalado y desde el pasado martes al menos podemos tomar el aperitivo y comer, porque a las 18 horas de la tarde todo tiene que estar levantado y barrido hasta el día siguiente.
Paseando por Valencia encontramos varias terrazas que sin duda nos harán esta situación algo más llevadera.
En una clasificación oficiosa, sin lugar a dudas, sería la C/ Mosén Femades la primera en nuestra elección. Allí encontramos dos de los mejores restaurantes de producto de la ciudad; Taberna Alkázar y Marisquería Civera.
Ambos locales, con una larga trayectoria, son una garantía a la hora de comer. Mariscos, buenos arroces, pescados salvajes y grandes bodegas que sin duda harán muy agradable la comida en sus respectivas terrazas.
Muy cerca, en la C/ Doctor Romagosa encontramos Garnacha Tinta, un local honesto que nos ofrece una sencilla y sabrosa comida de mercado, en la que destacan sus arroces.
Si queremos disfrutar de una cocina suculenta, divertida e informal, sin lugar a dudas, nuestra elección es el Bar Ricardo (C/ Doctor Zamenhof 16. Valencia), allí podrá disfrutar de sus maravillosas bravas, berberechos al vapor y una larga oferta de tapas.
Muy cerca de Valencia, en Godella, encontramos El Aperitivo Bar (C/ Ramón y Cajal, 83) donde la familia Molina nos sigue ofreciendo una oferta de platos y tapas eclécticas, donde se conjugan la calidad del producto, y lo acertado de las elaboraciones.
La Bodeguita de Juan Llorens (C/ Juan Llorens, 60. Valencia) nos ofrece unos menús y platos del día muy sugerentes. Los arroces es una de sus especialidades.
Una terraza histórica no puede faltar en esta lista, y esa no es otra que la terraza de Aquarium (Gran Vía 53. Valencia) donde la variedad de cócteles para el aperitivo es muy apetecible, y recomendable. Destaca su Dry Martini (el mejor de la ciudad), el Negroni o el Americano.
Muy cerca encontramos Bureau (C/ Cirilo Amorós, 73. Valencia) donde Nacho y Paco han ampliado su horario y desde este pasado jueves abren a las dos del mediodía para dar un servicio de almuerzo y por supuesto aperitivos.
De ellos destacamos los productos de Paco Solaz (chacina, quesos…) acompañados de las Anchoas López, y servido de vinos y cócteles que nos prepara Paco con gran acierto.
Y por último la terraza de Da Carlo (Manuel Candela, esquina con Yecla. Valencia). Es una de las terrazas más animadas de la ciudad y que encantaba a mi buen amigo Carlos García Calvo. Además de las pizzas que nos presentan los lunes, a lo largo de la semana podemos disfrutar de una auténtica comida napolitana. En ella, las delicadas manos de Adela lucen por la riqueza, el sabor y la delicadeza de sus guisos o de sus platos de pasta.
SIGUE A PEDRO MOCHOLÍ EN SU BLOG.