Me imagino que en Marbella, en Mallorca, en Ibiza o incluso en el propio Montecarlo las fiestas veraniegas son sin lugar a dudas, momentos excitantes, tanto para los propios lugareños como para los que están pasando allí las vacaciones.
Las fiestas veraniegas son el colofón y sin duda, son el punto de inflexión para esperar al próximo.
Mis querido amigos Pablo Ossorio y Rafa Navarro, propietarios de las Bodegas Hispano Suizas (Requena) no iban a ser menos y en el 2012 decidieron organizar la Fiesta Blanca de Hispano Suizas. Tal fue el éxito de aquella primera edición, que el año 2013 tomó el relevo y así sucesivamente la Fiesta Blanca se convirtió en todo un referente de la comarca. El término acuñado era para que todos los asistentes acudieran a la fiesta vestido de blanco.
Hubo un parón, los veranos del 2020 y del 2012, pero el verano pasado volvió con una fuerza imparable, superando el éxito de pasadas ediciones.
Y como no podía ser menos el pasado 25 de agosto, la volvieron a organizar para los amigos de la bodega que visto lo visto, se me antoja que son legión.
Para la ocasión, el edificio principal se engalana y por allí ves a todo el staff arremangado haciendo posible que todo salga a la perfección. Por supuesto Pablo y Rafa son los directores, pero no tenemos que olvidar el trabajo de Vicente Cortés (director comercial), de Fernanda Buainain (Directora comercial de la Comunitat Valenciana) o Rafa Román (director de la bodega) que se involucran sobre manera en que todo vaya según los cauces correctos; porque hay que reconocer, que la Fiesta Blanca de Hispano Suizas se ha convertido en la fiesta del verano de la Comunitat Valenciana.
Año tras año las plazas se acaban en apenas unas horas, y la gente espera expectante la llegada de esa noche, como si se tratara de la Noche de Reyes para nuestros menores. Este año como curiosidad, pudimos ver a una señora que acudió en sillas de ruedas debido a una operación de rodillas; vamos que dijo “yo no me la pierdo”.
Con puntualidad inglesa la fiesta comienza a las 21,30 y después de pasar por el consabido photocall con Pablo y Rafa, pasamos al inmenso jardín donde ya está organizado un opíparo catering. Por supuesto, el vino que se sirve a lo largo de la noche es de las propias bodegas.
Y qué mejor que su propio vino, pues ofrece etiquetas que están consideradas de las mejores del panorama vitivinícola español: Tantum Ergo (blanco y rosado), Bassus Pinot Noir, Impromptu Rose y Sauvignon Blanc, Bobos, Bassus Finca Casilla Herrera, Quod Superius y su última incorporación, su albariño Finca Casa Julia.
La cena en esta ocasión la organizaron mis buenos amigos de la Orza de Ángel, que nos ofrecieron un surtido gastronómico muy completo y que comenzó con un jamón ibérico al corte. Después vinieron los chips variados, la selección de frutos secos, ravioli de manzana con queso y salmón, cuchara de tartar de atún rojo y tostas de foie con manzana caramelizado.
A continuación encontramos las mesas o el buffet temático: cecina, lomo y chorizo de El Bierzo al cava. Bocados de embutidos de Requena, Tortillas caseras de la Reme, Quesos selectos, Conservas Premium y surtido de cocina japonesa. Luego encontramos un delicioso servicio de cóctel: cucharita de pulpo en vinagreta, trampantojo de aceituna y anchoa y crujiente de pollo al enebro con pipeta de limón al cardamomo.
Y como todos los años no faltó el resopón, en esta ocasión Roberto Espejo (responsable del catering de La Orza) nos ofreció hamburguesas de pollo, de ternera y de sepia con gambas, y finalizamos con una fritura de pescados.
Los postres fueron: hojaldre de naranja, brownie de chocolate y tarta de hojaldre de chocolate.
No faltó el castillo de fuegos artifíciales que todos los años da color a la fiesta, y por supuesto música de los 70, 80 y 90 de la que nuestro querido Pablo (al igual que yo es un gran fan). Este año el conjunto que nos deleitó fue La Otra Movida, un grupo proveniente de Albacete que arrancó literalmente al público con sus canciones.
Como en todas las fiestas no faltaron algunos V.I.P. ´s. en esta ocasión encontramos a Javier Prats junto a Elvira su pareja; Olga Babynyuk, M ª José Tadeo y la presidenta de la Academia Valenciana de Gastronomía, Belén Arias y su pareja el empresario valenciano Ricardo Ciscar.